Estemos o no de vacaciones, estemos o no cerca de la playa, vayamos o no a la piscina... a casi todas nos gusta lucir morenitas.
Y digo a casi todas porque yo misma pasaba bastante de broncearme. La verdad es que lo de estar tumbada al sol horas y horas para conseguir el tono tostado no me va demasiado porque, por mucho protector que me ponga, si no es por una cosa o por otra, acabo quemándome o, en el mejor de los casos, volviendo a casa igual de blanca que salí.
Pero este año he decidido lucir bronceado sea como sea.
En la cara, escote y brazos ya me ha cogido algo de color pero las piernas... ay las piernas... siguen blancas como la cal!
Bueno... seguían... porque ya les he dado colorcito gracias al autobronceador que os traigo.

Precio: 4,55 € Contenido: 250 ml.
Yo era la primera reacia a usar este tipo de productos porque de tanto leer en foros que luego te queda la piel a rodales ya me daba cosa probarlo.
Pero bueno, finalmente me decidí y aquí os traigo mis impresiones:
Antes de usar un autobronceador es recomendable exfoliar la piel. Esto es para eliminar las células muertas y así conseguir que el producto penetre mejor en la piel y, lo más importante, lo haga de forma uniforme.
Al comenzar a extender este autobronceador lo primero que noté fue que era muy denso. Aún así, no fue complicado extenderlo. Luego hay que esperar a que la piel lo absorba (esto ya depende del calor que haga en tu casa porque yo el primer día me tiré un buen rato frente al ventilador para no sudar) antes de vestirte.
Las indicaciones del producto dicen que al cabo de 2 horas notas el tono en tu piel. Es cierto, pero se nota poco. Cuando más se nota es al día siguiente.
El color resultante es bastante natural (ya me imaginaba toda naranja como dicen en muchos foros que te suele quedar) a excepción de la zona de los pies que sí que me quedó algo anaranjada.
Lo más destacado de este autobronceador de solcare o lo que más me llamó a mí la atención fue lo increíblemente suave que te deja la piel. Creo que no he probado nunca una crema hidratante que la dejara así. El efecto hidratante me duró dos días a pesar de ducharme. Vamos, impresionante.
Al cabo de dos días repetí la aplicación dejando esta vez la zona de los pies a parte (sin aplicar) y las piernas me cogieron un poquito más de tono bronceado.
No es nada exagerado por lo que puedes ir aplicando cada dos o tres días o, si lo prefieres, una vez a la semana, hasta coger la tonalidad que te guste.
Yo de momento me veo las piernas casi del mismo tono que los brazos (que me los bronceé de forma natural con el sol) y con eso ya me doy por satisfecha.
¿Habéis usado alguna vez autobonceador? ¿Qué tal os ha ido?
Saludos!